Sunday, May 26, 2024

Ibaé, Tomás Fernández Robaina

Para comprender a Tomás Fernández, habría que saber que investigó, compiló y publicó a Gustavo Gutiérrez; que no es sólo una personalidad importante de la negritud cubana, sino probablemente la más controversial. Ese es exactamente su valor, teniendo en cuenta el contexto de agresividad y vigilancia ideológica en que trabajó; porque Gutiérrez es una contradicción en todo sentido, que requiere un esfuerzo de coraje e inteligencia sublimes.

Que él pudiera hacerlo, reconociendo el peso de esa personalidad, es lo que mejor lo retrata por lo que es; no por el folclor del humor cáustico y snob, por el que Cuba no entiende sus problemas y los padece para siempre; sino por la tenacidad de una persona que trabaja en silencio, desde la oscuridad, y en lo que importa. Mientras el cubano común trata de sobrevivir —lo que es legítimo en su inmensa dificultad—, él vivió a plenitud; no porque careciera de dificultades, sino por la entera y la generosidad con que las enfrentó, al punto de este trabajo.

En este sentido, los negros cubanos se aferran a esa ambigüedad de clase que es lo intelectual, y tratan de vivir; por eso se venden al mejor postor, y protestad la maldad de los blancos, a los blancos que viven de eso. Robaina se vuelve y establece la bases para el movimiento de la antropología cubana al lado negro de su mestizaje; e inteligente, no lo hace sobre la base de una retórica política, enarbolando la apariencia manipulable de una necesidad; sino enumerando los aportes específicos de eso negro a la cultura cubana, que rebasan el burlesco de su música y su baile.

Justo por eso, su muerte es tan terrible como temible, porque no hay personalidades que llenen ese vacío; todas las investigaciones se mueven ahora en la legitimidad mayor de comer todos los días y viajar, o la vindicación personal; pocos —si alguno— exhiben ese nivel de satisfacción, por el que pueden despreocuparse de sí mismos y simplemente trabajar. Todavía hay que poner perspectivas, y centrarlo en el problema racial, al que dedicó sus mayores esfuerzos; y por el que pudo sortear los problemas de esa contradicción ideológica de Gutiérrez, para sacarlo a la luz.

Probablemente ese de Gutiérrez no sea su trabajo más importante, pero sí el más ilustrativo de ese esfuerzo; que es de lo que se trata, como la comprensión de su personalidad profunda y amable hasta con la historia. Robaina así da sentido hasta a la Sociedad Aponte, a la que ofrece la trascendencia de que carece en su ilegitimidad; sacrificándole la suya, como un escalón en que el futuro puede posar sus pies de esclarecimiento para la historia nacional.

No comments:

Post a Comment